Buenas prácticas en Desarrollo Profesional Médico Continuo

El CMU reunió a referentes académicos y gremiales para fortalecer la formación médica en Uruguay

El Colegio Médico del Uruguay (CMU) realizó el conversatorio “Buenas prácticas en el Desarrollo Profesional Médico Continuo (DPMC)”, una instancia de intercambio entre universidades, sociedades científicas, organismos publicos y sindicatos, orientada a fortalecer la calidad y articulación del  desarrollo profesional médico continuo en el país.

La apertura estuvo a cargo del presidente del CMU, Dr. Álvaro Niggemeyer, quien destacó que el desarrollo profesional continuo “es un mandato legal y una de las líneas estratégicas del Colegio”, subrayando que la institución busca consolidarse como “articuladora entre los actores formadores y sanitarios para generar estándares comunes y garantizar la calidad de las actividades formativas y la recertificación voluntaria”.

Niggemeyer enfatizó también la necesidad de fortalecer la formación para médicos generales, “históricamente más alejados de ofertas sistemáticas de actualización”, y planteó como metas institucionales la coordinación de la oferta de cursos de DPMC y la elaboración de una guía nacional de estándares para acreditación de actividades de educación médica continua, entre otras acciones.

 

Inteligencia Artificial aplicada a la educación médica

La conferencia inicial estuvo a cargo del Dr. Álvaro Margolis, quien analizó el impacto de la inteligencia artificial en la educación médica y su potencial como herramienta de apoyo docente y clínico. Margolis señaló que la IA puede mejorar el acceso al conocimiento, personalizar el aprendizaje y asistir la toma de decisiones, pero enfatizó que “la inteligencia artificial no sustituye el juicio clínico: es una aliada inevitable si se usa con ética, evidencia y supervisión experta”.

El especialista remarcó la importancia de desarrollar competencias críticas para su uso —como validación de fuentes, interpretación de resultados y protección de datos de pacientes— y subrayó que “el centro siempre debe ser la utilidad para el profesional y el paciente, no la tecnología en sí”.

 

Mesa interinstitucional: universidades y gremios alineados

La actividad contó con una mesa de intercambio integrada por referentes de las principales instituciones formadoras y del sector gremial médico. Los participantes coincidieron en la necesidad de articular esfuerzos, evitar superposiciones y avanzar en una agenda común en consonancia con las prioridades a nivel sanitario nacional.

La Dra. María Noel Álvarez, directora de la Unidad academica de Educación Médica (FMED – UDELAR) subrayó que la formación continua debe ser concebida desde el inicio de la carrera, recordando que “la identidad profesional y el hábito de aprender no empiezan al recibirse: comienzan el primer día de Facultad”.

La Dra. Laura Illescas, directora de la Escuela de Graduados (FMED – UDELAR), enfatizó la responsabilidad de la formación de posgrado en estimular la reflexión sobre la práctica profesional. Al anunciar la transformación de la Escuela en el Centro de Posgrados (que incluirá disciplinas no médicas), Illescas subrayó que la labor de acreditación y desarrollo profesional continuo “es un rol fundamental de la Universidad que no debe perderlo, que debe mantenerlo”.

A su turno, el Dr. Edgardo Sandoya (Universidad CLAEH) destacó que la educación médica continua debe reforzar la capacidad de juicio crítico, al señalar que “debemos formar médicos capaces de analizar críticamente, no de seguir instrucciones sin reflexión”.

Por su parte, el Dr. Daniel Salinas  decano de la facultad de la Salud (UCU) remarcó el valor estratégico de fortalecer el primer nivel de atención y la formación del médico general, afirmando que “el desafío central es mejorar la formación donde se atiende la mayoría de los problemas de salud: el primer nivel”.

El Dr. José Minarrieta presidente SMU, en tanto, enfatizó la necesidad de articular las acciones educativas con las prioridades sanitarias actuales, particularmente en salud mental, al señalar que “hoy la salud mental es un tema país que requiere acción coordinada”.

El Dr. Nicolás Nin, director del Centro de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Montevideo, subrayó que el principal desafío en la formación médica continua y la recertificación es determinar dónde se puede brindar algo realmente valioso para el médico: “la gran preocupación es en qué podemos agregar valor, no tanto en habilidades técnicas, sino también en habilidades blandas —desde la parte ética, la humanización, hasta el autocuidado— y en nuevas habilidades tecnológicas para el aggiornamiento.”

 

Desarrollo y futuro de la DPMC en Uruguay

En la segunda parte del evento se conformó un nuevo panel, integrado por Luciana Silvera, responsable de DPMC del CMU, Estrella Echavarría y Fernanda Xalambrí de la Escuela de Graduados de Udelar.

La Dra. Silvera abordó la necesidad de basar el DPMC en la evidencia científica para que las actividades sean de alta calidad y realmente transformadoras. Resaltó que el CMU busca establecer estándares para la acreditación y certificación de actividades, enfocándose en un DPMC estructurado y planificado. Se definieron los conceptos de Educación Médica continua y Educación permanante, enfatizando que no todo es educación médica continua formal, sino que la gran parte del aprendizaje ocurre durante el ejercicio profesional.

“La mayor parte de nuestra vida profesional transcurre en el desarrollo profesional médico continuo. La formación de grado es un período de seis a ocho años, la formación de posgrado de tres a cinco, y a posteriori, 30 años es donde transcurre el desarrollo profesional médico continuo.”

Estrella Echavarría representante de la comisión de desarrollo profesional continuo de la Escuela de Graduados, por su parte, detallo el proceso de acreditación y certificación de actividades que lleva adelante la Escuela, así como también puso el acento en el aprendizaje situacional y en el puesto de trabajo como un pilar fundamental del DPMC. Subrayó la relevancia de las actividades no formales que ocurren en la práctica diaria, como la reflexión individual, la discusión de casos en equipos y, especialmente, la importancia del feedback y la observación. Argumentó que el desafío es lograr que este aprendizaje se visibilice y se le asigne el valor adecuado para su reconocimiento formal, a través de la autoevaluación y la discusión con pares.

“Tenemos que empezar a visibilizar ese aprendizaje que ocurre en el lugar de trabajo, ese aprendizaje que no requiere un título, que no requiere una actividad formal, sino que está sucediendo a diario.”

Finalmente, Fernanda Xalambrí cerro el panel destacando las fortalezas, oportunidades y desafios  que tiene por delante el DPMC. Como principal fortaleza se destacan la institucionalidad y la expertise acumulada. Como desafío clave, destaco la importancia de medir el impacto real del DPMC, yendo más allá de las métricas superficiales. Si bien la satisfacción de los participantes y el aumento de conocimiento (pre-test/post-test) son indicadores utilizados, insistió en que el objetivo final es la mejora de la práctica profesional y los resultados en la población. Señaló que la comunidad médica tiene mucho trabajo por delante para desarrollar métodos que permitan cuantificar la transferencia del aprendizaje a la práctica clínica cotidiana.

” Ya sabemos todos que es mejor hacerlo midiendo, y se mide en términos de aprendizaje, de capacidades adquiridas. Pero hay que llegar a ese nivel real, que es el impacto en la población; es todo un desafío en especial en nuestro medio.”

 

 

Próximos pasos

Como resultado de la jornada, el CMU anunció la conformación de un grupo de trabajo interinstitucional para:

– Elaborar estándares nacionales para actividades de DPMC

– Profundizar la recertificación voluntaria por especialidad

– Diseñar estrategias formativas para médicos generales

– Integrar tecnologías emergentes con criterios éticos y clínicos

 

“Este es el inicio de una comunidad nacional de trabajo para asegurar una formación continua pertinente, ética y basada en evidencia”, destacaron las autoridades del Colegio.

El CMU reafirma así su compromiso con el aprendizaje permanente, la calidad profesional y el fortalecimiento del sistema sanitario mediante un Desarrollo Profesional Médico Continuo orientada a las necesidades de la población.

 

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